- Malcorra
- abril 4, 2019
Creo que tengo un problema
¿Sueles reaccionar de manera desproporcionada en determinadas situaciones? ¿Te sientes alterado emocionalmente ante ciertos temas? ¿Explotas con facilidad? ¿Te cuesta contenerte a veces? ¿Te vuelves loco si alguien hace algo en particular? ¿Sueles sentirte arrepentido de lo que dices o haces?
No eres el único. En ocasiones, la razón se deja de lado y las emociones toman el control. Aparecen súbitamente y con intensidad. Haciendo que todo el cuerpo reaccione. Alterando la mente. Provocando un estado de alerta incontrolado. Movilizando emociones como la rabia, el miedo y la ansiedad. Sintiéndonos amenazados. Y dejándonos después, exhaustos, preocupados y con esa sensación tan desagradable que queda ante la falta de control.
Algo nos ha alterado. Y a veces sabemos qué es. Pero otras no entendemos por qué hemos reaccionado así. Muchos se justifican echando balones fuera. “Lo que me dijiste, me hizo comportarme así” o “yo no quería, pero tú empezaste primero”. Y eso les basta (al menos hasta que vuelven a explotar). Pero otras personas asumen la responsabilidad de sus actos. Y entienden que reaccionar así, depende de ellos.
Si no tenemos muy claro el porqué de nuestra reacción. Puede que no le demos mucha importancia. «No soy así, fue algo puntual». Pero si se repite, y sigue haciéndonos daño a nosotros o a otras personas, quizás empecemos a ser más conscientes de que existe un problema.