Lo has intentado muchas veces, de varias formas y con distintos maestros. Has sido una buena alumna; meditas, vas a clases de Yoga, lees a sabios, gurús y libros de autoayuda. Además comes sano y haces deporte.
Entiendes tus emociones y sabes lo que sientes en todo momento. También comprendes que tus pensamientos surgen de forma espontánea y que no tienen por qué ser ciertos. Has trabajado en terapia; con tu pasado, tu niña interior y tus chakras…
Pero esa sensación sigue ahí dentro de ti. Una veces tiene forma de soledad, otras de vacío y a veces de terrible desolación. Sabes que hay más, que tú eres algo más y que la vida tiene mucho que ofrecerte. Pero por mucho que lo intentas, no consigues alcanzarlo.