- Malcorra
¿Por qué bajar el ritmo?
El ser humano es un animal de costumbres. Adquirimos hábitos y nos atenemos a ellos repitiendo una y otra vez las mismas conductas, pensamientos, movimientos y emociones… Lo hacemos para ahorrar energía, para sentirnos seguros, para combatir la incertidumbre.
Automatizamos prácticamente todo y con ello ahorramos también tiempo. Sin darnos cuenta, empatamos una cosa con otra, nos apresuramos y hacemos de la prisa un hábito. Poco a poco olvidamos qué es hacer algo por el placer que nos proporciona y lo que nos motiva en su lugar es esa pequeña y breve sensación de satisfacción que acompaña a la terminación de las tareas. Pero a veces ni eso nos regalamos porque las prisas, entre otras cosas, anulan nuestra capacidad de gozar.