Sientes que la vida es “algo más” pero no sabes cómo llegar a ello.
Te cuesta conectar con tus sentimientos.
Tienes conflictos con otras personas debido a la intensidad de tus emociones
Te sientes insatisfecho con tu vida: en lo personal, en el trabajo…
Sabes lo que tienes que hacer, pero desconoces cómo empezar a hacerlo.
Sueles tener pensamientos críticos sobre ti con mucha frecuencia.
Hay cosas de ti que te gustaría modificar, pero no sabes cómo hacerlo.