Cuando te dedicas unos minutos a atender a tu cuerpo se produce un efecto sanador maravilloso, ya que tu sistema nervioso parasimpático se activa y con ello tu corazón se sosiega, tu respiración se hace más profunda, tus músculos se relajan y tu mente se calma.
Además, cuanto más practicas más fácil te resulta llegar a ese estado de tranquilidad, produciendo también beneficios a largo plazo: menos tensión física, serenidad, equilibrio y autoconocimiento.