fbpx

¿Por qué me lesiono tanto?

Una visión desde la conciencia corporal

Vivimos desconectados de nosotros

La mayor parte de los deportistas que conozco tienen una relación con su cuerpo del tipo “amo – siervo”. Es decir, son personas que consideran a su cuerpo como la máquina que les ha tocado entrenar, modificar, rectificar y explotar para conseguir sus objetivos. Viven sintiendo que su cuerpo es algo que tienen y que pueden mejorar, muchas veces a cualquier precio.

Aunque parezca increíble y me cueste admitirlo, yo misma he estado en esa situación haciendo Yoga. Hace algunos años, cuando era más joven y rebosaba energía, practicaba un tipo de yoga dinámico muy intenso. Lo disfrutaba muchísimo, pero con el tiempo el disfrute empezó a diluirse y la intención de superarme día tras día se hacía cada vez más presente. Repetía las posturas más complejas una y otra vez y no dejaba de pensar en cómo mejorar, en profundizar más en la práctica, en cómo practicar más…. y mi cuerpo empezó a quejarse. Al principio fue un dolor leve en mi hombro derecho. Pero como no era intenso, seguí practicando. Solía decirme que si ignoraba el dolor de mi hombro, el dolor pasaría.

Pero no lo hizo. Con el tiempo fue a más. Hasta que un día me vi incapacitada para levantar el brazo derecho más allá de la altura de mi pecho. La cosa se puso seria.

No podemos tratar a nuestro cuerpo como algo ajeno a nosotros.

Tras la lesión de mi hombro no me quedó más remedio que parar, recapacitar y cambiar el modo en el que me estaba relacionando con mi cuerpo. Modifiqué mi práctica, investigué mucho acerca de anatomía y movimiento, pero lo que realmente me sanó, fue mirar hacia dentro y explorar lo que me estaba ocurriendo en ese momento. 

Mucho antes de que fuera consciente, mi cuerpo me estaba informando de que el modo en el que estaba practicando, no era saludable para mí. Me di cuenta de que me estaba exigiendo tanto sólo porque sentía que si no avanzaba en las posturas, no era digna de ser una buena profesora. Y yo que me creía una persona trabajada, consciente y sana, me di cuenta de que mi práctica estaba además cargada de ego. Mucho ego. Quería destacar, ser buena, ser admirada por lo que era capaz de hacer. Quería que me aceptaran como profesional y como persona y pensaba que podría conseguirlo a través de mi práctica de Yoga. 

Cuando nuestras motivaciones van en contra de nuestra naturaleza, nuestro cuerpo se tensa. Sentirnos menos que los demás, indignos de amor, tener un ego inflado o la competitividad insana nos pone en un estado de alerta, de tensión mantenida que nos aleja de nuestro cuerpo y favorece la aparición de lesiones.

Si vivimos sin hacer caso a nuestro cuerpo, llevaremos esa desconexión a todo lo que hagamos, incluso al hacer deporte.

Es indudable que para evitar lesiones practicando deporte es importante un buen calentamiento, un programa adaptado a nuestras condiciones, una alimentación equilibrada y un buen profesional que pueda guiarnos en el proceso. Pero además de todo eso, deberíamos tener en cuenta otros aspectos relacionados con nuestra conciencia corporal. Estas son algunas preguntas que puedes hacerte para conectar con tu cuerpo mientras haces ejercicio:

¿Con qué nivel energía estoy entrenando?

¿Siento mi cuerpo mientras me muevo?

¿Presto atención a mi respiración?

¿Llego estresado del trabajo y continuo estresado mientras entreno?

¿Suelo adaptar las sesiones de entrenamiento a mi estado físico y emocional del momento?

¿Qué me motiva a entrenar; estoy compitiendo, haciéndome valer, quiero ser tanto o más que los demás, me reto a mi mismo… o simplemente disfruto?

¿Cómo me siento después de entrenar, sigo hiperactivado, me siento dolorido, termino hecho una piltrafa o me siento bien?

Desarrollar tu conciencia corporal es re-aprender a vivir en conexión con tu cuerpo para que puedas apreciar los detalles de cualquier experiencia que tengas, incluso al hacer ejercicio. Cuanto más conectado estés con tu cuerpo, menos te lesionarás porque serás más sensible serás a sus señales y podrás guiarte sabiamente por lo que te vaya diciendo. Además te conocerás mejor y sabrás lo que necesitas, lo que tienes que darte y lo que tienes que quitarte. Recuerda que tu cuerpo no es algo que tienes sino lo que eres.

Compártelo si crees que puede ser interesante para alguien:

Si quieres saber más, no te pierdas estos posts sobre autoconocimiento:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.